Para finalizar esta semana dedicada a la conmemoración del Día Internacional de la mujer, recordaremos a la antropóloga cultural estadounidense Margaret Mead (1901-1978) y uno de sus libros más importantes: Sexo y Temperamento en Tres Sociedades Primitivas. Se trata, posiblemente, de la mujer más influyente en el mundo de la antropología (a pesar de las críticas contra sus métodos de observación y contra sus interpretaciones de la cultura de los pueblos entre los que convivió). Discípula de Franz Boas y Ruth Benedict, se puede decir que a partir de Mead se despertó el interés en el estudio de la infancia y la mujer dentro de la disciplina antropológica.
Sexo y Temperamento en Tres Sociedades Primitivas, escrito en 1935, se convirtió en la principal piedra angular del movimiento de liberación femenina, ya que en él aseguraba que las mujeres eran las que ejercían el poder en la tribu Tchambuli (ahora Chambri) de Papúa Nueva Guinea (en el Pacífico Oeste).
Las mujeres Tchambuli son dominantes, se ocupan de las cuestiones económicas, pescan, tejen, comercian, administran el dinero, mientras los hombres viven para el arte y el espectáculo. Los varones emplean la mayor parte de su tiempo en tareas artísticas como confeccionar vestidos, maquillarse y vestirse para las danzas rituales. Son coquetos y organizan espectáculos teatrales para ellas que, como son las dueñas del dinero, hacen regalos a sus maridos, a cambio de languidecientes miradas y suaves palabras. Además, las Tchambuli viven en continuo contacto unas con otras, integrando grupos de colaboración. Ellos, en cambio, se asocian sólo en momentos concretos y su solidaridad parece ser más aparente que real. Los varones, que poseen nominalmente la casa, la familia e incluso a la esposa, no tienen poder real de decisión. De hecho, en una casa tchambuli, las mujeres se instalan en el centro de la habitación, mientras que los hombres se sitúan junto a las paredes, cerca de las puertas... sintiéndose poco queridos, y dispuestos a refugiarse en la casa de los hombres, en un estado de desconfianza e incomodidad.
La importancia del trabajo de Mead reside en que en el seno de estas sociedades estudió cómo las condiciones culturales y la educación influyen (de forma más decisiva que las circunstancias biológicas) en la personalidad y los papeles sociales de las mujeres y de los hombres.
tampoco puede ser que las mujeres tengan todo,pero deben de tener aunque sea un respecto y que se les escuche
ResponderEliminarpor unha parte pareceme ben pero poroutra non o mando deberia ser compartido
ResponderEliminarparécenos que as mulleres, en este lugar, abusan bastante dos homes,igual que en outros paises abusan das mulleres.Polo cal deberiamos ser respetados todos por igual
ResponderEliminarMe parece increhible el hecho de que las mujeres sean las dominantes en la tribu y que los hombres sean los inferiores ,el trabajo realizado por esta mujer , Margaret Mead , fabuloso porque poca gente haría lo qe esta mujer hizo
ResponderEliminarSe hace bastante raro ver como en una tribu son las mujeres las que hacen lo que habitualmente aplicamos a los hombres
ResponderEliminarNunca me imaginaría que hubiera civilizaciones que pudieran vivir totalmente al revés que nosotros ni que las mujeres tuvieran el poder, relativamente, sobre el hombre!
ResponderEliminarOs que deberían mandar nas tribus son os homes, as mulleres son incapaces de mandar na tribu, as mulleres non teñen nin nombre nin palabra.
ResponderEliminarpareceme ben ainda seria mellor que mandaran os dous ou facer duas tribus
ResponderEliminarme parece mui raro porque las mujeres de aora casi nunca administran.
ResponderEliminartampoco puede ser que las mujeres tengan todo,pero deben de tener aunque sea un respeto y que se les escuche
ResponderEliminarTienen razón porque ni me parece bien que las mujeres tengan todo el poder peo tampoco me parece bien que lsa traten de un modo inferior , el término medio sería la perfección para un mundo mejor
ResponderEliminarEl comentario de koncea me parece totalmente machista,porque aunque en esa tribu tendría que haber más igualdad entre los dos sexos,la mujer está igual capacitada que el hombre para saber llevar una tribu! No el hombre por el hecho de serlo tiene más poder sobre las mujeres!
ResponderEliminarkoncea ,non tedes nada de razon .As mulleres teñen os mesmos dereitos que os homes
ResponderEliminarno es justo que las mujeres no tengan nombre nin palabra los hombre son unos egoistas
ResponderEliminarlas mujeres no tienen que tener todo el respecto, porque los hombres también tinen derecho.
ResponderEliminarQue as mulleres teñan o poder non é raro para os Tchumbuli,entón, ¿por que o é para nós? Todo astá na educación que se nós imparte de pequeos, que fará que nos comportemos dunha forma ou doutra.
ResponderEliminarComo que no?? bueno el comentario de Conde y Cea me parece totalmente machista e irrespetuoso hacia las mujeres porque que yo sepa las mujeres somos iguales que los hombres!
ResponderEliminarOí que los Tchambuli mandaban fuera de la tribu a sus adolescentes para que aprendieran a buscarse la vida por si solos: alimentarse, resolver sus propios conflictos, construir sus alojamientos... Durante ese tiempo sus relaciones sexuales eran abiertas.Pero , cuando se consolidaba una pareja se instalaban en la tribu matriz y se mantenian fieles. Me podéis aportar más información? Saludos y enhorabuena por vuestro blog
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